"ASPECTOS FUNDAMENTALES QUE DIFICULTAN LA ACCESIBILIDAD DE LAS PERSONAS MAYORES AL ARTE"
Mi ensayo trata de todos los aspectos básicos que obstaculizan la accesibilidad de las personas mayores al arte.
En el ámbito de las personas mayores el arte actualmente no se esta direccionando con claridad, sobre a quién va dirigida, quién puede manejarla, trabajarla, etc., se esta enfocando hacia un publico joven, de tendencia clase media-alta, con conocimientos previos de artes,… pero aparte de estas problemáticas existe otro sector que presenta muchas carencias en este ámbito, y es el de las personas mayores.
La mayoría de las personas mayores no entienden ni hacen por entender lo que representa el arte, parte de este problema se debe a que no han recibido formación en este campo, lo han asemejado a la picaresca, costumbres, al entretenimiento, a la psicoterapia y actividades propias de tiempo libre y ocio. En este sentido, el arte desde la población mayor se ha etiquetado como representación ficticia de objetos cuya calidad se representa en la reproducción del original. Sería fácil centrarnos en quién tiene la responsabilidad mayormente, pero en este caso nos centraremos más en exponer posibles alternativas que nos motiven hacia un cambio en la práctica del tema en cuestión.
La expresión para muchos autores es la muestra de determinados pensamientos o de sentimientos, que queremos expresar, comunicar, etc., pero sin que haya una regla estricta sobre un modelo único de manejar el lenguaje. Cada persona, en función de sus aptitudes o de su forma de expresión personal o “normalizada”, se siente más cómoda utilizando una forma concreta. Por tanto, partiremos que el uso del lenguaje dependerá de cada persona, pero no obviando su intención, y es la de comunicar.
Muchas de las justificaciones para no introducir el arte en dichas personas, es la problemática que se ha arrastrando popularmente sobre: la intención de las actividades que se crean en los centros cívicos, ayuntamientos, asociaciones… así como la dotación profesional del que imparte las mismas. Si a la hora de programar unas actividades de acercamiento al arte sólo nos centramos en captar a todas las personas de la zona, estará bien, pero no si para ello tenemos que transformar el diseño puramente artístico por adaptaciones de entretenimiento, ya que sino estaremos destruyendo la identidad del hecho artístico natural. Es como si para enseñarles a las personas mayores música, siempre estuviéramos enseñando partituras de guitarra flamenca, pues lo mismo pasa con el arte. En la asignatura de la Educación Plástica y sus Dificultades de Enseñanza y Aprendizaje se ha podido captar que el arte está en cada persona, cada uno puede crear según su intencionalidad, pero debido a su complejidad no se tiene que modificar su identidad, el arte es arte en un sentido clasificador. Quizás con lo anterior será necesario reflexionar sobre qué herramientas se necesitan para llegar, agradar, implicar, mejorar,… a tus alumnos/as para que se acerquen al mismo, desde diferentes posturas y accesos. Seguir trabajando en hacer figuras de barro, hacer mantas,… no creo que sea la mejor opción, porque estoy de acuerdo que es una posibilidad más, pero si por un lado fomentamos a los mayores el uso y disfrute de las nuevas tecnologías porque la sociedad requiere el uso de los mismo, como una herramienta no obligatoria pero si con la que más opciones de trabajo permite utilizar, sería coherente y útil trabajar en este campo (no sólo uno concreto), pero… a modo de ejemplo, si los mayores en esta área de la informática tienen gran motivación, ¿porqué no utilizar ese potencial en la construcción en ese camino hacia el arte visual?.
Otra cuestión es la formación de profesional que realiza dichas actividades, gran parte de las instituciones anteriormente mencionadas, contratan a terapeutas ocupacionales, animadores socioculturales,… pero no a “expertos” que dominen el ámbito con el que se trabaja. Cabe de esperar que muchas de las respuestas a esta cuestión sean la de que contratar a éstos porque sean más económicos, por tanto, en esta primera instancia se superpone lo económico a la calidad.
La cualidad de los mayores se disputa como recurso para poner impedimentos y disfrazar el fracaso, por ejemplo, de un curso de arte, hay que tener claro que existen problemas que dificultan el uso del arte a nivel cognitivo, pero por norma general debemos partir de que la manera de expresar un mensaje, se centra en una forma de comunicación que todo el mundo esta capacitado por naturaleza, con independencia de sus discapacidades, aunque claro está que dependerá del grado de la misma.
En este sentido considero una cosa positiva, y es que los mayores están influidos por los medios de comunicación de masas, costumbres culturales, etc., en las que se construyen su identidad así como a los jóvenes, pero si es cierto que los mayores posen una personalidad fundada en la que se define como “pura” y final, por tanto, una persona mayor que haya cambiado su actitud en relación al arte, será más impactante a primera vista que un joven. Imaginemos por un instante que una persona mayor se siente identificada con una obra en la que sale un desnudo delante de la gente, como rechazo al cuerpo perfecto y normalizado de la sociedad, en el que se le ve toda la parte trasera, y dicha persona mayor construye una obra de igual significado. El impacto de cambio de rol que esa persona ha experimentado para hacer dicha obra es mayor (posiblemente) que el joven, porque ha sido durante mucho más tiempo influido por costumbres, normas culturales,… que han “atado” su forma de pensar.
En este punto considero destacable trabajar en ésta temáticas con mayores, les puede producir un tipo de satisfacción, y es la de “aprovechar” la libertad creativa. Por ejemplo, una persona mayor quiere representar que se siente como una mal por diferentes motivos, la satisfacción que provoca a esa persona de hacer una obra en la que pueda utilizar una excremento para representar su estado, en el que quiere mostrar inquietud ante su problemática, puede llegar a ser placentera, ya que muchos no han tenido ningún espacio de libertad, en el que muestren sus ideas, inquietudes,… sin que exista algún tipo de etiquetado.
Pero no sólo se enfrentan los mayores a estas influencias, sino también los jóvenes. Esto se puede observar cuando en clase se ha visto acciones que han implicado una superación, una liberación a lo que nos tienen normalizado. Pero en mi opinión, quiero ir más adentro, para ello pongo mi caso. Con anterioridad había cursado una asignatura que había trabajado de forma “artificiosa” el arte, incluso haciendo algún corto. Mi corto consistió en la representación de una idea social-política en la que en ese momento creía que era el lugar y el momento de expresarla, convencido de que aquello era una obra de arte pura, ya que había tenido una intención. Al comenzar la asignatura de Educación Plástica y sus Dificultades de Enseñanza y Aprendizaje he ido experimentando transformaciones conceptuales y mentales sobre el cómo construir una obra de arte con cierta calidad. Ahora veo el corto de hace un año y me da vergüenza, no porque esté mal montado, sino porque he entendido que nuestra intención, el “acto que queremos transmitir” no necesariamente tienen que ser mostrado a primera vista, sino que tiene que haber un proceso por el cual la persona que ve tu obra tiene que mirar más allá de la imagen simplista, que sea la foto propiamente dicha la que te transmite algo, sin ayudas “superficiales”, por lo que el arte para mi va más allá de la concepción normalizada que tenía, la cuestión a recapacitar es ¿qué hubiera pasado si se hubiera dado la asignatura con otro profesor? (teniendo en cuenta que cada clase depende mucho de las aptitudes, actitudes, conocimientos, … de cierta materia para poder desarrollarla en clase), ¿hubiera seguido reproduciendo ese tipo de idea?.
Pero la transformación no se para aquí, sino que la intención con la que el profesor ha querido transmitir ese conocimiento y acercamiento al arte, cada alumno se lo transmitirá a otra persona, de manera que cuando impartan sus futuras clases, podrán decir en una situación concreta, por ejemplo, “esta bien que lo niños dibujen el interior del dibujo, pero… esto no es arte, esto es otra cosa” lo importante aquí es que se ha tenido contacto con el mismo, la continuidad ya dependerá de las inquietudes de cada alumno/a.
En relación a las personas mayores, la educación artística debería tener un punto de partida para desarrollar un interés hacia el conocimiento de los otros, porque existe personas que proponen interpretaciones del mundo a través de sus trabajos artísticos, y como consecuencia, nos permiten relacionarlo y reflexionar sobre nosotros mismos, aunque dependerá de las obras realizadas, ya que pueden o no compartir visiones que tenemos en relación al mundo. De forma que apostar por los mayores en la “formación” a la temática que redacto es importante que podamos trabajar, entre otras cosas, el proceso de socialización (como educador social es una prioridad y objetivo específico de mi competencia), se tiene que intentar que aprendan a descubrir las lecturas no evidentes de las pinturas, fotografías, videos,…, como bien dijo el profesor Ángel Roldan en clase, aprender a ser un espectador implicado, y no adaptarnos a un papel en el que seamos espectadores sin sentido, ni intención reflexiva ante lo que nos muestran.
Las alternativas a la mejora de cambio son varias, yo propongo como alternativa que la educación artística esté implicada en las comunidades de aprendizaje. Entenderemos esta comunidad según la definición de Rosa María Torres (en su artículo: La educación en función del desarrollo local y del aprendizaje, de su libro “Enfoques Multiculturales sobre las Sociedades de la Información”, en la que establece que en una comunidad de aprendizaje es una comunidad humana y territorial que asume un proyecto educativo y cultural propio, enmarcado en y orientado al desarrollo local integral y el desarrollo humano, para educarse a sí misma, a sus niños, jóvenes y adultos, gracias a un esfuerzo endógeno, cooperativo y solidario, basado en un diagnóstico no sólo de sus carencias sino, sobre todo, de sus fortalezas para superar dichas carencias.
En esta comunidad tiene mucha fuerza educativa y constructora, ya que relaciona a la escuela, la comunidad, y a los mayores. Con un buen diseño se estaría trabajando en tres áreas fundamentales para la elaboración de lo que supondrá sus actividades de aprendizaje. El área de la educación artística podría participar trabajando con jóvenes y mayores, en lo que reforzaría la nueva corriente educativa que se está pretendiendo en área de los mayores y jóvenes, y es la educación intergeneracional.
La educación intergeneracional se puede definir como las relaciones recíprocas de aprendizaje y las interacciones entre jóvenes y mayores. Los programas intergeneracionales contribuyen a que tanto los jóvenes como los mayores compartan experiencias que beneficien a ambas generaciones. Estimulan los lazos entre las generaciones, fomentan el intercambio cultural y proporcionan sistemas de ayuda social. Por lo que este espacio de actuación es propicio para actuar nuestra temática en los mayores.
Me concretaré en los beneficios y calidad de las obras que supondría trabajar con personas con ciertos límites, no mentales como más arriba mencioné, sino también con discapacidades físicas, que pueden utilizar la arteterapia (entendida como un tipo de terapia artística que consiste en el uso del proceso creativo con fines terapéuticos. Se basa en la idea de que los conflictos e inquietudes psicológicas pueden ser trabajados por el paciente mediante la producción artística. Se instrumenta con los distintos tipos de disciplinas artísticas (música, plástica, teatro, danza), según la situación terapéutica que se esté atravesando), así como trabajar con el arte propiamente dicho.
Teniendo en cuenta que en estos “estados mentales” la cantidad de sentimientos a expresar son varios, y el arte es un lenguaje que permite un diálogo diferente al normalmente prestado (de corte psicológico), en que se basa en el entretenimiento para que se no centre en la enfermedad, en vez de centrarlo en la enfermedad para que sea un punto a trabajar el cual puede transmitir su “estado real”, y el cual (generalmente) espera una respuesta. Pero esto no se da, y más aún cuando en los hospitales ves qué las obras que muestran los pacientes, son básicamente de tipo reproductivo de alguna obra, objeto,… volvemos hablar de calidad y profesionalidad.
Para no ser muy extenso, concluiré con tres pequeñas frases, en relación a mi temática, una la de Paulo Freire en la que dice: “El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación”.
Otra del profesor Ángel Roldán que me produjo reflexión cuando fui a preguntarle una duda: ante la creación de una obra, sea cual sea, ¡desnúdate!
Y la mia es que no se trata tranto del producto sino del proceso.
Mi ensayo trata de todos los aspectos básicos que obstaculizan la accesibilidad de las personas mayores al arte.
En el ámbito de las personas mayores el arte actualmente no se esta direccionando con claridad, sobre a quién va dirigida, quién puede manejarla, trabajarla, etc., se esta enfocando hacia un publico joven, de tendencia clase media-alta, con conocimientos previos de artes,… pero aparte de estas problemáticas existe otro sector que presenta muchas carencias en este ámbito, y es el de las personas mayores.
La mayoría de las personas mayores no entienden ni hacen por entender lo que representa el arte, parte de este problema se debe a que no han recibido formación en este campo, lo han asemejado a la picaresca, costumbres, al entretenimiento, a la psicoterapia y actividades propias de tiempo libre y ocio. En este sentido, el arte desde la población mayor se ha etiquetado como representación ficticia de objetos cuya calidad se representa en la reproducción del original. Sería fácil centrarnos en quién tiene la responsabilidad mayormente, pero en este caso nos centraremos más en exponer posibles alternativas que nos motiven hacia un cambio en la práctica del tema en cuestión.
La expresión para muchos autores es la muestra de determinados pensamientos o de sentimientos, que queremos expresar, comunicar, etc., pero sin que haya una regla estricta sobre un modelo único de manejar el lenguaje. Cada persona, en función de sus aptitudes o de su forma de expresión personal o “normalizada”, se siente más cómoda utilizando una forma concreta. Por tanto, partiremos que el uso del lenguaje dependerá de cada persona, pero no obviando su intención, y es la de comunicar.
Muchas de las justificaciones para no introducir el arte en dichas personas, es la problemática que se ha arrastrando popularmente sobre: la intención de las actividades que se crean en los centros cívicos, ayuntamientos, asociaciones… así como la dotación profesional del que imparte las mismas. Si a la hora de programar unas actividades de acercamiento al arte sólo nos centramos en captar a todas las personas de la zona, estará bien, pero no si para ello tenemos que transformar el diseño puramente artístico por adaptaciones de entretenimiento, ya que sino estaremos destruyendo la identidad del hecho artístico natural. Es como si para enseñarles a las personas mayores música, siempre estuviéramos enseñando partituras de guitarra flamenca, pues lo mismo pasa con el arte. En la asignatura de la Educación Plástica y sus Dificultades de Enseñanza y Aprendizaje se ha podido captar que el arte está en cada persona, cada uno puede crear según su intencionalidad, pero debido a su complejidad no se tiene que modificar su identidad, el arte es arte en un sentido clasificador. Quizás con lo anterior será necesario reflexionar sobre qué herramientas se necesitan para llegar, agradar, implicar, mejorar,… a tus alumnos/as para que se acerquen al mismo, desde diferentes posturas y accesos. Seguir trabajando en hacer figuras de barro, hacer mantas,… no creo que sea la mejor opción, porque estoy de acuerdo que es una posibilidad más, pero si por un lado fomentamos a los mayores el uso y disfrute de las nuevas tecnologías porque la sociedad requiere el uso de los mismo, como una herramienta no obligatoria pero si con la que más opciones de trabajo permite utilizar, sería coherente y útil trabajar en este campo (no sólo uno concreto), pero… a modo de ejemplo, si los mayores en esta área de la informática tienen gran motivación, ¿porqué no utilizar ese potencial en la construcción en ese camino hacia el arte visual?.
Otra cuestión es la formación de profesional que realiza dichas actividades, gran parte de las instituciones anteriormente mencionadas, contratan a terapeutas ocupacionales, animadores socioculturales,… pero no a “expertos” que dominen el ámbito con el que se trabaja. Cabe de esperar que muchas de las respuestas a esta cuestión sean la de que contratar a éstos porque sean más económicos, por tanto, en esta primera instancia se superpone lo económico a la calidad.
La cualidad de los mayores se disputa como recurso para poner impedimentos y disfrazar el fracaso, por ejemplo, de un curso de arte, hay que tener claro que existen problemas que dificultan el uso del arte a nivel cognitivo, pero por norma general debemos partir de que la manera de expresar un mensaje, se centra en una forma de comunicación que todo el mundo esta capacitado por naturaleza, con independencia de sus discapacidades, aunque claro está que dependerá del grado de la misma.
En este sentido considero una cosa positiva, y es que los mayores están influidos por los medios de comunicación de masas, costumbres culturales, etc., en las que se construyen su identidad así como a los jóvenes, pero si es cierto que los mayores posen una personalidad fundada en la que se define como “pura” y final, por tanto, una persona mayor que haya cambiado su actitud en relación al arte, será más impactante a primera vista que un joven. Imaginemos por un instante que una persona mayor se siente identificada con una obra en la que sale un desnudo delante de la gente, como rechazo al cuerpo perfecto y normalizado de la sociedad, en el que se le ve toda la parte trasera, y dicha persona mayor construye una obra de igual significado. El impacto de cambio de rol que esa persona ha experimentado para hacer dicha obra es mayor (posiblemente) que el joven, porque ha sido durante mucho más tiempo influido por costumbres, normas culturales,… que han “atado” su forma de pensar.
En este punto considero destacable trabajar en ésta temáticas con mayores, les puede producir un tipo de satisfacción, y es la de “aprovechar” la libertad creativa. Por ejemplo, una persona mayor quiere representar que se siente como una mal por diferentes motivos, la satisfacción que provoca a esa persona de hacer una obra en la que pueda utilizar una excremento para representar su estado, en el que quiere mostrar inquietud ante su problemática, puede llegar a ser placentera, ya que muchos no han tenido ningún espacio de libertad, en el que muestren sus ideas, inquietudes,… sin que exista algún tipo de etiquetado.
Pero no sólo se enfrentan los mayores a estas influencias, sino también los jóvenes. Esto se puede observar cuando en clase se ha visto acciones que han implicado una superación, una liberación a lo que nos tienen normalizado. Pero en mi opinión, quiero ir más adentro, para ello pongo mi caso. Con anterioridad había cursado una asignatura que había trabajado de forma “artificiosa” el arte, incluso haciendo algún corto. Mi corto consistió en la representación de una idea social-política en la que en ese momento creía que era el lugar y el momento de expresarla, convencido de que aquello era una obra de arte pura, ya que había tenido una intención. Al comenzar la asignatura de Educación Plástica y sus Dificultades de Enseñanza y Aprendizaje he ido experimentando transformaciones conceptuales y mentales sobre el cómo construir una obra de arte con cierta calidad. Ahora veo el corto de hace un año y me da vergüenza, no porque esté mal montado, sino porque he entendido que nuestra intención, el “acto que queremos transmitir” no necesariamente tienen que ser mostrado a primera vista, sino que tiene que haber un proceso por el cual la persona que ve tu obra tiene que mirar más allá de la imagen simplista, que sea la foto propiamente dicha la que te transmite algo, sin ayudas “superficiales”, por lo que el arte para mi va más allá de la concepción normalizada que tenía, la cuestión a recapacitar es ¿qué hubiera pasado si se hubiera dado la asignatura con otro profesor? (teniendo en cuenta que cada clase depende mucho de las aptitudes, actitudes, conocimientos, … de cierta materia para poder desarrollarla en clase), ¿hubiera seguido reproduciendo ese tipo de idea?.
Pero la transformación no se para aquí, sino que la intención con la que el profesor ha querido transmitir ese conocimiento y acercamiento al arte, cada alumno se lo transmitirá a otra persona, de manera que cuando impartan sus futuras clases, podrán decir en una situación concreta, por ejemplo, “esta bien que lo niños dibujen el interior del dibujo, pero… esto no es arte, esto es otra cosa” lo importante aquí es que se ha tenido contacto con el mismo, la continuidad ya dependerá de las inquietudes de cada alumno/a.
En relación a las personas mayores, la educación artística debería tener un punto de partida para desarrollar un interés hacia el conocimiento de los otros, porque existe personas que proponen interpretaciones del mundo a través de sus trabajos artísticos, y como consecuencia, nos permiten relacionarlo y reflexionar sobre nosotros mismos, aunque dependerá de las obras realizadas, ya que pueden o no compartir visiones que tenemos en relación al mundo. De forma que apostar por los mayores en la “formación” a la temática que redacto es importante que podamos trabajar, entre otras cosas, el proceso de socialización (como educador social es una prioridad y objetivo específico de mi competencia), se tiene que intentar que aprendan a descubrir las lecturas no evidentes de las pinturas, fotografías, videos,…, como bien dijo el profesor Ángel Roldan en clase, aprender a ser un espectador implicado, y no adaptarnos a un papel en el que seamos espectadores sin sentido, ni intención reflexiva ante lo que nos muestran.
Las alternativas a la mejora de cambio son varias, yo propongo como alternativa que la educación artística esté implicada en las comunidades de aprendizaje. Entenderemos esta comunidad según la definición de Rosa María Torres (en su artículo: La educación en función del desarrollo local y del aprendizaje, de su libro “Enfoques Multiculturales sobre las Sociedades de la Información”, en la que establece que en una comunidad de aprendizaje es una comunidad humana y territorial que asume un proyecto educativo y cultural propio, enmarcado en y orientado al desarrollo local integral y el desarrollo humano, para educarse a sí misma, a sus niños, jóvenes y adultos, gracias a un esfuerzo endógeno, cooperativo y solidario, basado en un diagnóstico no sólo de sus carencias sino, sobre todo, de sus fortalezas para superar dichas carencias.
En esta comunidad tiene mucha fuerza educativa y constructora, ya que relaciona a la escuela, la comunidad, y a los mayores. Con un buen diseño se estaría trabajando en tres áreas fundamentales para la elaboración de lo que supondrá sus actividades de aprendizaje. El área de la educación artística podría participar trabajando con jóvenes y mayores, en lo que reforzaría la nueva corriente educativa que se está pretendiendo en área de los mayores y jóvenes, y es la educación intergeneracional.
La educación intergeneracional se puede definir como las relaciones recíprocas de aprendizaje y las interacciones entre jóvenes y mayores. Los programas intergeneracionales contribuyen a que tanto los jóvenes como los mayores compartan experiencias que beneficien a ambas generaciones. Estimulan los lazos entre las generaciones, fomentan el intercambio cultural y proporcionan sistemas de ayuda social. Por lo que este espacio de actuación es propicio para actuar nuestra temática en los mayores.
Me concretaré en los beneficios y calidad de las obras que supondría trabajar con personas con ciertos límites, no mentales como más arriba mencioné, sino también con discapacidades físicas, que pueden utilizar la arteterapia (entendida como un tipo de terapia artística que consiste en el uso del proceso creativo con fines terapéuticos. Se basa en la idea de que los conflictos e inquietudes psicológicas pueden ser trabajados por el paciente mediante la producción artística. Se instrumenta con los distintos tipos de disciplinas artísticas (música, plástica, teatro, danza), según la situación terapéutica que se esté atravesando), así como trabajar con el arte propiamente dicho.
Teniendo en cuenta que en estos “estados mentales” la cantidad de sentimientos a expresar son varios, y el arte es un lenguaje que permite un diálogo diferente al normalmente prestado (de corte psicológico), en que se basa en el entretenimiento para que se no centre en la enfermedad, en vez de centrarlo en la enfermedad para que sea un punto a trabajar el cual puede transmitir su “estado real”, y el cual (generalmente) espera una respuesta. Pero esto no se da, y más aún cuando en los hospitales ves qué las obras que muestran los pacientes, son básicamente de tipo reproductivo de alguna obra, objeto,… volvemos hablar de calidad y profesionalidad.
Para no ser muy extenso, concluiré con tres pequeñas frases, en relación a mi temática, una la de Paulo Freire en la que dice: “El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación”.
Otra del profesor Ángel Roldán que me produjo reflexión cuando fui a preguntarle una duda: ante la creación de una obra, sea cual sea, ¡desnúdate!
Y la mia es que no se trata tranto del producto sino del proceso.
FOTOS DEL ENSAYO
Pongo en último lugar el dibujo de Francesco Tonucci, el cual creo que representa bien el tipo de escuela que actualmente se sigue impartiendo, y más aún si nos centramos en el ámbito de la educación artística, ya que se persigue con la reproducción tradicional, dejando fuera la creatividad.
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